Ejercicio...En todas las edades. |
Tuve
oportunidad el día de hoy de alternar con un grupo de cinco amigos de la
tercera edad y y dos más en edad adulta, y confirmo mi costumbre de
intercambiar puntos de vista que son necesarios para fomentar amistades que son
ineludibles en personas mayores, donde se pueden comentar diversas experiencias
que nos ocurren con frecuencia y se fortalece un intercambio de opiniones e
ideas utilizadas como valiosas terapias ocasionales.
Nuestra
amistad se originó en un gimnasio muy
conocido en la ciudad de México, por empatía y sin formalismos, coincidimos en
trato frecuente que se originó en afecto y trato. Cada uno de ellos son
profesionistas que han dedicado gran parte de su vida a negocios en su
especialidad y coincidimos en manejar nidos vacíos, lo que nos convierte en “abuelos felices”
¡Porqué
digo abuelos felices con mucha seguridad!; porque coincidimos mucho en contar
con vidas realizadas y en la actualidad somos gente afortunada por practicar
las tres clases de gimnasia que es necesaria en cualquier clase de gente mayor:
a) gimnasia física, b) gimnasia mental y c) gimnasia social.
La
primera gimnasia física: la realizamos
diariamente de lunes a viernes en el propio gimnasio citado antes, a las seis
de la mañana, donde utilizamos diferentes aparatos de reciente modelo en su
género, ejercitándonos físicamente y liberando endorfinas que son sustancias
que producen una marcada sensación de bienestar. En otras ocasiones
participamos en las clases que imparten los instructores especializados en:
yoga, natación, pilates, bicicleta fija, y otras disciplinas. Además, utilizamos
con frecuencia las caminadoras, donde practicamos la propia caminata. (En
tiempos actuales, donde el tiempo y las distancias cuentan mucho y hemos
desplazado el uso de las piernas como una rutina diaria, ya que pocas veces
prescindimos del uso del automóvil).
Otro
deporte que realizamos es la carrera o jogging, poniendo en tensión distintas
partes del cuerpo en forma más rápida, no así como en la caminata que trabajan
todos los grupos musculares pero en forma más relajada. Por eso caminar a buen
paso es un ejercicio mucho más adecuado y saludable que recomiendan los médicos
para personas mayores.
La
segunda, la gimnasia mental la practicamos
diariamente, cuando tenemos la mente activa para manejar cada uno sus negocios
propios, donde cada quien atiende su especialidad y algunos en mayor grado, otros
en menor, pero siempre resolviendo problemas que nos mantiene ocupados,
olvidando el ocio y elimina aquella idea del pasado que la persona que llegaba
a la tercera edad ha dejado de disponer de una especie de enterramiento en
vida; la palabra “viejo” ya no
equivale a una condena y, por lo tanto, se puede usar sin temor y con provecho.
Bajar
el ritmo diario de actividad en las personas mayores, ya no es equivalente a “estar acabado”. Más que nunca, es
posible ser viejo desde uno o varios puntos de vista –y aceptarlo- sin que ello
implique, ni mucho menos una doliente invalidez. Saberse retirar a tiempo de
las diversas actividades que se desempeñan diariamente, es un paso liberador
que nos place y además nos exime por mucho, de la amargura de la impotencia y
que nos proporciona satisfacciones auténticas, al poder dedicar tiempo a otras
tareas en las que nos agrada participar.
La
tercera, la gimnasia social, corresponde a
una práctica que se ha iniciado en este siglo y corresponde precisamente a la
reunión de amigos adultos mayores para socializar en grupos, y lo hacen con el
afán de intercambiar opiniones y vivencias, cambiando la manera de pensar de
antaño y adaptando su manera de vida a disfrutar el momento presente “aquí y ahora” que nos toco vivir.
Estamos
en tiempos de cambio y de diversidad que requieren una impresionante capacidad
de adaptación para todos, no solamente para los “viejos” sino que se incluye también a los jóvenes y a los adultos;
cada ser humano se ve en la necesidad de amoldarse a diferentes circunstancias
para manejar su desarrollo personal.
En
los tiempos actuales que son tan cambiantes, lo mejor es vivir pensando en el “aquí y ahora”, el pasado ya no existe y
el futuro no ha llegado aun, debemos
compartir nuestro presente rodeado de nuestros familiares cercanos más
queridos, por nuestros parientes que nos estiman y por nuestros amigos que en
grupos podemos conseguir una vida feliz, porque al fin y al cabo, ¿Qué es la
felicidad?... un sentimiento natural de la persona, “Hoy es lo único que tenemos”… aprendamos mejor a vivir.
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