Elemento Vital. |
Cuando
veo actualmente oleadas de jovencitos que se agrupan en diversas partes de la
ciudad sin hacer nada y con el solo objeto de estar reunidos, me inquieta saber
que será de ellos en los años cincuenta, cuando estén a punto de ingresar a la
tercera edad y si bien les va, algunos podrán gozar de la tercera edad
tranquila y feliz, pero una gran mayoría ¿Qué pasará con ellos?
La
vida es algo más que trabajar, se escucha decir con frecuencia en la
actualidad, pero más bien pienso que “se
debe trabajar para vivir” no “trabajar
para vivir” y en nuestro mundo actual se observa que cada vez hay menos
trabajo bien remunerado. Lo que a mi juicio corresponde que los muchachos deben
capacitarse para desempeñar un trabajo, y solamente en nuestro país donde la
educación es gratuita, desde estudios iniciales hasta la profesional. Si es una
realidad que las escuelas públicas no tienen cupo para aceptar a tantos
jóvenes, ellos deberían prepararse en otra clase de ocupaciones sub-profesionales,
en trabajos de aprendizaje como artes y oficios, para poder adquirir un empleo
razonable que les permita una forma honesta de vida.
Cierto
es que en nuestro país ahora está muy escaso el trabajo y la gente está
desempleada por falta de empleo, pero muchos hogares se sostienen porque los
jefes de familia han cambiado de giro y ahora son taxistas, comerciantes
ambulantes, dueños de pequeños negocios de comidas, peluquerías y otros menesteres
que pueden ofrecer sus servicios, que les permite obtener recursos para
subsistir en alguna forma y son los que constituyen nuestra economía informal.
En
otras actividades, varias gentes con mayor iniciativa, disponen de dos y hasta
tres empleos, donde se han podido
colocar y les permite una forma de vida con holgura económica, pero con
algún desgaste que les produce tensión y es sabido que esas actividades son
causa de estrés, que en alguna forma provocan estragos en los seres humanos.
En
cualquier forma estas situaciones de vida, están relacionadas con tensiones
biológicas que si no existen cuidados adecuados, pueden ser causa de principios
de malestares corrientes como: úlceras, hipertensión arterial, males cardiacos,
alergias y otros trastornos que se van acumulando y que en momentos de vida
futuros, pueden ocasionar trastornos mentales e incluso aceleran el envejecimiento.
Lo
cierto es que cuando se es joven es una necesidad capacitarse para desempeñar
alguna actividad, si por alguna razón no fue posible lograr inscripción para
hacer una carrera profesional. Lo importante es que lo que decida hacer, se
realice con gusto, ¿debemos soslayar el trabajo arduo o difícil porque provoca
tensión? Definitivamente no. La tensión y el esfuerzo son la sal de la vida.
Son inherentes a todos los tipos de actividad y solo podemos evitarlos no
haciendo nada.
Además,
ciertos tipos de actividad tienen un efecto curativo; ayudan a mantener en buen
estado el mecanismo de la tensión, así como la actividad que nosotros
desempeñamos y que nos mantiene en buena forma física.
Nuestra
meta no ha de ser evitar el trabajo, sino al contrario, con el tiempo ir
buscando el que mejor nos guste realizar y el más apropiado para cada uno de
nosotros. Esta es una forma adecuada, para evitar la tensión perjudicial al
seleccionar un ambiente, que esté de
común acuerdo con nuestras preferencias innatas y realizar siempre un trabajo
que nos agrade, que respetemos y que no
consiga frustrarnos, por quedar fuera de nuestra capacidad. Sólo así podemos
eliminar la necesidad de constantes adaptaciones, causa principal que origina
la tensión dañina.
El
trabajo desgasta al hombre principalmente por la frustración o el sentimiento
al fracaso. Cada período de tensión especialmente es el resultado de luchas que
no han tenido éxito, deja marcas irreversibles que se van acumulando con el
transcurso del tiempo y que en forma prematura producen los signos del envejecimiento
de los tejidos. La actividad fructífera, por intensa que sea casi nunca deja
marcas negativas, sino que proporciona al hombre la sensación confortante de
fuerza juvenil. Muchos trabajadores incansables que sobresalen en cualquier
actividad especializada, alcanzan edades muy avanzadas como respuesta de las
vidas activas que llevaron de por vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario