Combatir el Sedentarismo. |
La
práctica de cualquier ejercicio que hagamos, es la mejor receta que mandan los
médicos, para personas de todas las edades, sobre todo para personas adultas y
mayores. Es posible que quienes nunca han tenido la oportunidad de practicar
algún deporte, traigan arriba unos kilitos de más, un poco de colesterol
acumulado, desniveles preocupantes de ácido úrico y es posible que todo ello le
obligue a ingresar en algún gimnasio, o bien, comprar algún equipo deportivo
para iniciar algunos ejercicios que le permitan bajar algunos kilitos.
Ahora
está de moda que desde niños pequeños hasta mayores se sienten varias horas
ante el televisor y con la comodidad del cambiador de canales y hasta con
algunos bocadillos para aprovechar el tiempo, y utilizando caprichosos divanes,
mullidas poltronas y adormecedores sillones que en la actualidad constituyen un
verdadero atentado contra su salud.
Si
el sedentarismo no es recomendable a todas las edades, para las personas mayores
constituye uno de sus peores enemigos, por la facilidad que le otorga al subir
de peso y con ello, obliga a su corazón a trabajar más lento. Es suficiente
permanecer sentado dos horas, para aumentar los niveles de colesterol y como
efecto secundario, favorece la osteoporosis, que es una plaga que consiste en
la descalcificación de los huesos.
Las
personas que viajan mucho por avión, con la modalidad de pasar varias horas de
inmovilidad, afectan con ello la salud de sus piernas. Lo mismo ocurre en largos
viajes por carretera y cuando se hacen en forma frecuente. Mientras se
permanece en esa posición, las piernas no trabajan ni se contraen, con lo que
se entorpece la sangre venosa que debe retornar al corazón, se retrasa y se
estanca; la sola posición agrava el problema, pues al flexionar los muslos las
venas se comprimen.
Por
esa razón es recomendable combatir la vida sedentaria y si por primera vez
decide empezar a ejercitar su cuerpo, es recomendable hacerlo poco a poco. De
preferencia es deseable que bajo vigilancia médica controle el estado de su
corazón mediante tratamientos adecuados como puede ser la prueba de esfuerzo.
Para su beneficio es recomendable cuidar este órgano por beneficio propio y
para mayor tranquilidad durante el desarrollo de sus prácticas de ejercicio con
seriedad y método.
A
mayoría de edad, la repercusión del ejercicio físico sobre el aparato
circulatorio es cada vez mayor. Durante las primeras semanas de entrenamiento
es suficiente con quince minutos,
aumentando poco a poco a veinte por lo
menos durante el primer mes. Al finalizar este período el entrenamiento puede
llegar a treinta minutos sin problema alrededor de ese tiempo, tres veces por
semana.
Al
inicio pueden hacerse ejercicios dinámicos, como la caminata o un trote suave y
ligero, que al facilitar la respiración, permitan una más rápida adaptación del
aparato circulatorio. Según los instructores, la conservación de la capacidad
de poder hablar mientras se practica una actividad física y si no se nos
interrumpe el aliento, es un indicador de que el esfuerzo que estamos haciendo es razonable.
La
variedad de deportes que pueden ser practicados hoy en día, es una alternativa
que podemos escoger lo que mas se nos facilite y nos agrade practicar, tomando
en cuenta que una rutina adecuada debe estar de acuerdo a la fuerza muscular,
mejorando la respuesta cardiaca ante el esfuerzo. La respuesta debe favorecer
la oxigenación de los pulmones y contribuye mucho a combatir el insomnio que es
muy importante observar, además la actividad física permitirá poner a punto los
reflejos, la agudeza del sistema nervioso y la coordinación muscular. Estas
prácticas son recomendables ejercitando al mismo tiempo la concentración
mental, coordinando el cerebro con la práctica física realizada, para conseguir
una mejor respuesta del ejercicio.
Se
debe tomar en cuenta que los atletas de alto rendimiento en grandes
competiciones, disponen de algunos segundos antes de iniciar su prueba donde
parecen ausentes, aislados del mundo en un misterioso diálogo interior, donde
programan su actividad a ejecutar. Es que ellos conocen el valor de semejante
concentración, que es lo único que, al poner lo moral al servicio de lo físico,
les permite una mejor meditación para alcanzar su máximo rendimiento.
El
“poder mental” es inmenso pero no
sabemos utilizarlo, apenas aplicamos una mínima parte de nuestras facultades
cerebrales y nos quedamos confusos. Si conociéramos el poder que disponemos y si
empleáramos todas nuestras posibilidades de desempeño, obtendríamos una mejor
respuesta de nuestras prácticas ejecutadas. Utilicemos ese sistema de los campeones, para
“concentrar nuestro pensamiento”
sobre la concentración y estiramiento de nuestros músculos, sobre el juego de nuestras
articulaciones, la seguridad de nuestro equilibrio y la amplitud de nuestra
respiración para ser unos “verdaderos
triunfadores”
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