Hace un par de años y en alguno de mis blogs tuve
oportunidad de escribir que alguna interrupción del servicio público o la paralización
o faltante de algún producto a nivel
general en esta gran Ciudad con cinco millones de autos y 23 millones de
habitantes; podría causar algún trastorno para la población e general.
El año pasado durante las labores de limpieza en la
planta de agua de Cutzamala se suspendió la distribución de tan vital líquido
para nuestra Ciudad con duración de varias semanas. Con ese motivo vimos muchos
inconvenientes y opiniones adversas para quienes tenían a su cargo la
distribución en la Ciudad.
Ahora nos encontramos ante un problema de la falta de
gasolina en las estaciones de Pemex y otras concesionarias que proporcionan ese
servicio al público usuario en esta Capital y varios Estados del país. Por lo
consiguiente, el consumo de gasolina es vital para el transporte público y
privado de vehículos.
Por mi parte felicito la labor y arrojo de las
autoridades federales para enfrentar el saqueo a la nación que desde hace años
se hace a través de Pemex. Si el precio para
terminar con este robo sistemático y sexenal son las molestias
temporales para la población, es un precio mínimo en comparación con el
beneficio que se puede recibir para nuestro país.
Si por el contrario se trata de una mala decisión que no
dará fin al saqueo, ni tampoco castigo a los responsables, sería un error
histórico. La sociedad civil de la que yo formo parte está demostrando que sabe
reaccionar en forma oportuna, para localizar con sus medios la ubicación de
gasolineras en servicio.
Ahora las autoridades de la Ciudad han decretado que para
cargar gasolina en lo sucesivo, los automovilistas lo harán de acuerdo al número
de la placa que está de acuerdo al color que corresponde a esa fecha. Que las
gasolineras autorizadas serán las únicas que podrán venderla y cualquier operación
que se haga en tambos por particulares, serán sancionados con multa o cárcel.
Esperamos la terminación pronta de este problema, mucho
daño ha causado a empresas, negocios, restaurantes y por ser un combustible
necesario para la distribución de productos, servicios y transporte de personas. Esperamos que sea una solución para terminar con el robo de combustible y reconocer
la gran labor que están desarrollando las autoridades federales.
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