lunes, 27 de septiembre de 2021

QUE LOS LIBROS TE ACOMPAÑEN.

Siempre que alguien me dice que no tiene tiempo para leer un libro, le recuerdo este episodio. No es tiempo lo que falta, muchísima gente  si puede  dedicar cuatro horas diarias para ver televisión y generalmente te describe sus programas favoritos y los que no le parecen buenos.

El lector medio lee a un ritmo de 250 palabras por minuto y por consiguiente en el lapso de una semana, sería posible leer un libro y si posible es, consultar otros dos libros por lo menos para aclarar algunas dudas que mucho servirán para aclarar confusiones.

Sin embargo una semana es mucho tiempo par aclarar los criterios de actualidad. Desde luego que ahora con el uso del material electrónico disponemos de acceso a la información  con un simple teclazo para aclaración de varias consultas.

Con frecuencia se oye vaticinar que el libro será sustituido por el lenguaje virtual. Actualmente hay bibliotecas enteras que disponen del misterioso material liso de los CD ROM que sin embargo no significan lo mismo. Las letras están allí pero rara vez en ese laberinto se encuentra lo que se busca.

Todo lector que tiene  el hábito de leer, sabe que cada vez que es abierto un libro, dice otra cosa diferente. Los libros no son solamente las páginas o lo que éstas revelan son también, el instante privado en que un ser humano entra en comunión, proporciona tanto alimento para el espíritu.

Se puede comenzar por un gran escritor hasta conocer toda su obra, leer sobre lugares en los que nunca se ha estado, o libros que han cambiado el curso de la historia. Procure  siempre leer aquellos libros que se consideran lecturas obligadas y que supone aburridos.

Un clásico de la literatura podría definirse como un libro que se publica durante mucho tiempo y si ocurre así es porque se trata de algo excepcional. ¿Porqué excluir lo excepcional de nuestra experiencia? Y cuando lea un libro que le agrade, que lo haga vivir intensamente, que le apasione, recomiéndoselo a familiares y amigos.

Llevar un libro a donde quiera que se vaya es un consejo antiguo y sabio.  John Adams. (Presidente de Estados Unidos de 1797 a 1801) Exhortaba a su hijo a llevar siempre un libro de poemas. Nunca estarás solo. Decía.               

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