Después de tantas fechas de malas noticias,
bien vale la pena hacer mención de una buena información que apareció en los
medios publicitarios del niño Carlos Santamaría Díaz, a sus 12 años y con un
peluche bajo el brazo inició el día de ayer la licenciatura en física biomédica
en nuestra máxima casa de estudios la Universidad Nacional Autónoma de México,
siendo el alumno más joven que ha ingresado a la máxima casa de estudios.
Por la mañana a las 9 de la mañana lo
entrevistó Carlos Loret en su noticiero “Sin Anestesia” declaró: que “llegará a
las aulas universitarias con “hambre de aprender” en la UNAM quiero abrir un
grupo de niños como yo, dar una prueba para todos los niños que se quieran
inscribir. Transmitir lo que yo sé, pero no como profesor sino como otro alumno
que está ayudando a los demás a alcanzar lo que yo he logrado”.
El ahora universitario reconoció que no le
gusta llamarse a sí mismo genio y dice que prefiere pensarse como un niño
feliz. Además, insistió en que se le debe dar una nueva cara a la educación en
la escuela para que ya no sea un lugar, “con una situación rígida, sino que sea
un lugar en el que vayas a descubrir nuevas cosas”.
Se conoció que hace tres años cuando tenía
nueve, el niño cursó un diplomado en la Facultad de Química de la UNAM sobre
“Espectroscropía infrarroja y después, siguió otros cursos de química
analítica, bioquímica y biología molecular.
Ahora en su examen de selección de este año,
consiguió 105 aciertos de 120 preguntas y obtuvo un lugar en la Máxima Casa de
Estudios y se dijo afortunado al haber conseguido tres aciertos más que los
necesarios y a los miles de estudiantes rechazados les recomendó no darse por
vencidos.
Con la misma templanza estimó que México está
“en el hoyo en una tormenta” principalmente por la falta de educación y
solicitó al presidente electo de nuestro país, “que no cometa los errores de
los presidentes anteriores que no provoque revoluciones ni nada por el estilo”.
Es muy posible que no sea el único caso que
exista en nuestro país, sino la falta de oportunidades para conocer a otros
niños en igualdad de condiciones que no disponen de la orientación debida para
que logren continuar con sus esfuerzos hasta conseguir sus objetivos.
Mientras tanto Carlos, el estudiante
universitario a sus doce años recomienda a los congresistas que piensen más en
México como un todo. Lleno de personas con aspiraciones y no logran
conseguirlas porque no se les dan las oportunidades para superarse.
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