Catedral Metropolitana y Sagrario. |
Tuve oportunidad de revisar algunos libros de
arte y encontré la llamada arquitectura románica tal como se desarrolló en
Occidente después de la caída de Roma en el 476 en el viejo continente y se
entra inmediatamente en una atmósfera distinta, pletórica de energía. Los
trazos geométricos de sus construcciones parecen querer demostrar la perfección
de las líneas y los números como espejo de la perfección divina.
En la ciudad de Venecia hay una iglesia con
toda la suntuosa belleza de templos orientales, las cúpulas y relucientes
mosaicos de la catedral de San Marcos, donde cuenta la tradición fue depositado
el cuerpo del evangelista. Nos transportan a un país donde el color es uno de
los intensos placeres de un pueblo amante de la belleza.
Nuestro país es demasiado joven si se considera
que la primer catedral construida en América, fue en el año 1525, sin embargo
hasta 1567 fueron realizados los planos del edificio que conocemos en nuestros
días y son los edificios de la Catedral Metropolitana y el Sagrario.
Ambas estructuras arquitectónicas convivieron
durante varias décadas, mientras una se construía la otra aún daba servicio. El
eje del conjunto arquitectónico lo construye la nave principal, en ella se
encuentra ubicada en primer lugar el Altar del Perdón, conocido así porque
hasta ese lugar llegaban los condenados por el Tribunal del Santo Oficio a
realizar un acto de contrición a la vista de los representantes de la Iglesia.
Posteriormente se encuentra el cuerpo del coro,
que es la sillería reservada a los miembros del cabildo cardenalicio, después
sigue el presbiterio, centro de la congregación eucarística que precede al
grandioso Altar de los Reyes,
La circulación al interior del templo y cada
una de las capillas se realiza a través de las naves procesionales o de
tránsito hasta finales del siglo XIX para el habitante común, asistir a ciertas
ceremonias era prácticamente imposible, pues se tenía un acuerdo jerárquico
sobre la distribución de espacios.
Anexo a la Catedral se encuentra ubicado el
Sagrario, Parroquia que dependía directamente de la Catedral. En ella se
bautizaban y reconciliaban con Dios, los
vecinos cercanos a la Catedral. Frente al conjunto de Catedral y
Sagrario fue instalado el Paseo de las Cadenas, conocido así porque separaba el
espacio de lo sagrado con lo profano. Era costumbre ver a las familias ricas,
caminar por esos lugares durante los preciosos atardeceres.
Actualmente vale la pena visitar esos lugares
que siempre está pletórico de visitantes extranjeros, así como por el turismo
nacional que de diferentes lugares de la república, llegan a esta Ciudad de
México para conocer las diferentes bellezas del Centro Histórico.
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