He
sabido de muchas personas que les aqueja el insomnio y hubo un momento que
padecí temporalmente de falta de sueño reparador y me desconcerté porque no
sabía si el estrés que me agobiaba era la causa del insomnio o sí, por el contrario el no dormir bien me
padecía estrés.
Tuve
oportunidad de documentarme en lo relativo al insomnio y encontré que
técnicamente no se clasifica como una enfermedad, sino corresponde solamente a
un síntoma lo cual me tranquilizó en gran forma. Acudí a un consejo médico y me
indicó que omitiera el consumir somníferos porque parece ser el remedio más
sencillo, aunque su eficacia es mayor cuando se usan en períodos no muy largos,
pero cuando reaparece el insomnio surge la necesidad de ingerir dosis más
fuertes.
En
principio tuve que reducir el consumo de café y lo tomé solamente por la mañana
y aunque me costó mucho trabajo hacerlo, estaba dispuesto a bajar el consumo
por mi propio beneficio. Además, anoté por separado en una libreta mis
preocupaciones nocturnas y darles solución en el día. Esto lo encontré en un
libro de la doctora Katherine Albert,
para combatir el insomnio sin el uso de medicamentos.
Nunca
se me ocurrió antes, pensar que el azúcar pudiera ser la causa de mi problema,
la doctora Albert explica que “cuando
uno come algo dulce o con almidón, disminuye la concentración de glucosa en la
sangre, puede impedir el sueño o hacer que uno despierte con frecuencia.
Además, explica que el exceso de sal estimula el sistema nervioso y que las
comidas muy condimentadas entorpecen la digestión.
Encontré
en otros libros algunas recomendaciones de no hacer ejercicios aeróbicos antes
de acostarse, ni hacer siestas durante el día, ni cenar demasiado o muy tarde y
disponer de una temperatura fresca en la habitación. Me enteré también, que la
simple preocupación por si va uno a dormir o no, puede volver crónico el
problema y eso se llama “insomnio
psicológico”. En cambio si tienes dificultad de permanecer dormido, o te
despiertas con frecuencia y no sientes haber descansado, es síntoma de
solicitar ayuda médica.
Por
fortuna mi insomnio ya no es crónico sino esporádico, por lo que cuando existen
preocupaciones, lo padezco eventualmente sin problema, lo que considero normal
ante la expectativa de una reunión importante; o bien por haberme excedido en
el uso del café. Pero lo importante es considerar: ¿Cuándo hay que acudir al médico por insomnio?.
No
ha sido nada fácil recobrar algo tan natural y normal como es dormir bien y
hacerlo por el tiempo necesario. Ahora dispongo de alguna experiencia con el
tratamiento del insomnio y sobre todo, trato de llevar una vida más tranquila,
manejando una manera de dormir en forma satisfactoria.
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