Tuve
la oportunidad de conocer a un bebé que desde muy pequeñito su abuela con mucha
frecuencia le recitaba una poesía que a su vez se la había enseñado a ella su mamá,
quien a su vez fue maestra normalista en la ciudad de Jalapa Veracruz y como
parte de sus clases la utilizaba para enseñarla a sus alumnos. El nombre de la
poesía era “Seré grande un día”
de autor
anónimo.
Tuve
la oportunidad de conocer este niño de recién nacido y tuve mucho trato con él
por tratarse de mi nieto Alejandro quien
tuvo la oportunidad de graduarme de abuelo
y yo lo gradué a él de nieto. A la
mayoría de nosotros los mayores nos cuesta trabajo y esfuerzo recordar los
pensamientos que abandonamos hace mucho tiempo.
Esta
foto de mi único nieto Alex, tiene que inspirar a cualquiera que la vea para
comprender lo importante que es recordar si se retrotrae a esas fechas, cuando
vemos la fotografía de esa dichosa creatura en una conjunción armónica con la
vida, sobre todo la expresión de su rostro que manifiesta una dicha con total
pureza y con solo imaginarse ese momento, la expresión inmediata será de
sonreír, pensando cuando nosotros teníamos esa maravillosa edad.
En
este caso Alex me hace recordar la comunicación que había entre nosotros y
tener en cuenta el estado del niño y su expresión que representa una
complacencia absoluta y lo hace responsable en ese momento. En la expresión de mi nieto indica una fuerza invisible que sale a flote en la simple apreciación de la foto.
Tal
vez nuestra fuente espiritual lo que aprecié en esas vivencias fue pura
alegría, momentos felices y una paz interior absoluta. Aquí pude observar que
todos nosotros tuvimos la misma energía que expresa Alex y por lo mismo, surgimos
de la misma sensación interna y sin lugar a duda lo manifiesta en su rostro.
Alex:
Qué bueno que siempre mostraste una actitud positiva y eso te ha ayudado mucho
en tu desarrollo, por lo que considero que manejas gratos recuerdos de tus
abuelos de quienes supongo también guardas remembranzas que en algún momento has
llegado a experimentar y los sigues almacenando en tu memoria. Con ello
recuerda siempre el compromiso de capacitarte ampliamente en tu vida estudiantil
para complementar lo que te has propuesto conseguir en tus próximos años
universitarios.
“Seré grande un día” y ese propósito
ha llegado, la grandeza está enfrente, y ahora puedes conseguir todo lo que te
has propuesto; para obtenerlo tienes todo enfrente, aprovéchalo hoy que inicias
una nueva etapa de capacitación en tu vida.