Durante
el largo tiempo que tuve oportunidad de transitar en las Escuelas de estudios
superiores de la UNAM, del IPN y del ITAM, tuve la oportunidad de conocer un
poco más de cerca el trato con los jóvenes estudiantes, dándome cuenta del
interés que tenían de continuar con sus estudios para terminar una carrera y
cumplir con la obtención de un título profesional
que les permitiera ingresar al mercado laboral en una situación ventajosa por
los conocimientos adquiridos.
En
realidad fueron pocas las deserciones escolares y la mayoría de los casos
fueron por causas de fuerza mayor, pero la mayoría de alumnos participaban con
interés en sus clases a pesar de los impedimentos forzosos de tiempo o dinero,
pero en la mayoría de casos terminaban sus estudios. Varios de ellos tuve
oportunidad de encontrarlos años después en diferentes cargos en empresas
importantes o en el gobierno federal.
Hago
esta remembranza porque me he enterado por los medios informativos que
actualmente el número de jóvenes que no trabaja ni estudia y que han recibido
el calificativo de “ni-nis” su
crecimiento ha sido hasta 2014 de 25% de los jóvenes en nuestro país de 20 a 24
a años que no estudian ni trabajan, seguramente es porque no han tenido los,
que no disponen de alguna oportunidad para encontrar un trabajo o que son
desertores de los estudios.
Un
poco de este problema se debe al aumento poblacional y a la competencia que
existe entre la nula preparación que tiene cada uno de estos jóvenes y se
conoce que dos tercios de los ninis
son mujeres, muchas de las cuales abandonan la escuela debido al problema de
embarazos.
Existe
otro factor de riesgo que es el de los varones jóvenes y corresponde a ellos el
grupo más rápido de aumento poblacional
que por el número de ellos representan una amenaza económica y social por las
pocas probabilidades que estos jóvenes lleguen a encontrar un buen empleo o
sean contratados por fábricas y talleres, además de que no tienen interés y
reducen la ventaja demográfica a futuro en nuestro país.
Esta
situación por la que están pasando estos jóvenes representa un problema a corto
plazo porque al estar desempleados, pasan a formar parte de bandas criminales
que los utilizan para sus fines delictivos, sin medir los peligros a que se
enfrentan, al ser utilizados en comisiones peligrosas. El porcentaje de
desempleados sigue aumentando en perjuicio de nuestro país que no se beneficia
en nada con esta nueva modalidad de jóvenes que va en aumento.
Hace
muchos años no existía esta modalidad y tal vez se inició cuando fue mayor la
demanda de estudiantes en las escuelas oficiales que por exceso de matrícula
quedaban fuera muchos estudiantes en la matrícula para tener derecho a cursar
sus estudios. Esta situación origino gran parte de los problemas que ahora se
padece en esta época.