Durante
estos últimos años, la gente vive tan rápido sobre todo en las ciudades grandes,
que pocas veces han tenido tiempo de sentarse en un sillón durante cinco
minutos sin hacer absolutamente nada y dejar la mente en blanco, es decir, por
un corto tiempo no pensar en nada y conseguir unos momentos de tranquilidad y
paz interior, con lo cual lograría poner en orden sus pensamientos y
descansaría mentalmente del movimiento
diario que acostumbra realizar y atender sus pensamientos.
En
una de sus obras Blaise Pascal (1623-1662) filósofo y matemático, expresó: “Todas las desdichas del hombre provienen de
su incapacidad para sentarse tranquilamente en una habitación a solas”. No
puedo asegurar si llevaría el silencio hasta el extremo, pero sí puedo
considerar que una mentalidad tranquila es parte integrante de la paz interior
y eso también se traduce en paz
exterior.
La
relajación es un estado de conciencia
y ayuda a los músculos del cuerpo humano a conseguir una etapa de reposo y bien
aplicada puede llegar a obtener un estado de ánimo de paz y tranquilidad que
ayuda a conseguir momentos gratos de felicidad. La práctica frecuente
proporciona una sensación de bienestar y ayuda a conseguir una productividad
consciente con relaciones satisfactorias.
La
relajación es una disciplina utilizada
recientemente, mucha gente desconoce lo que significa relajarse. Suponen que es algo complicado y sugiere algo que puede
hacer en otro momento y ejecutar cuando esté de vacaciones en algún lugar
tranquilo, cuando disponga de tiempo ocioso o cuando llegue el momento de su
jubilación. Lo cierto es que la relajación
es una cualidad que brota del corazón a la que se puede acceder en forma
regular, y no considerarla como algo reservado para algún momento posterior.
Puedes relajarte en cualquier momento y si es posible ahora mismo.
Su
práctica frecuente ayuda a las personas que conocen su uso y les ayuda a estar
más concentrados en sus actividades, a resolver problemas en forma creativa que
en otro tiempo sería más tardado encontrar respuesta. Ser una persona relajada
implica llevar a cabo su práctica para reaccionar de forma adecuada a las
diferentes situaciones a que nos enfrentamos diariamente, recordándonos que con
bondad y paciencia podemos encontrar formas de expresión que se nos presentan
con frecuencia.
Existen
muchas técnicas para aplacar la mente como: la reflexión, la respiración
profunda, la contemplación o la visualización, pero la disciplina más
comúnmente utilizada es la meditación.
En casos necesarios se puede entrenar a la mente para que en poco tiempo se transporte
a un estado de paz y armonía. Esta quietud puede ser incorporada a tu vida
cotidiana, limitando tu tendencia a reaccionar en forma irritante, proporcionándote
un sentido más amplio de perspectiva que te permitirá reducir los problemas que
tanto te agobian.
La
meditación te enseña una disciplina
para mantenerte en calma, al proporcionar la experiencia de adquirir una
relajación completa que puedes utilizar en momentos necesarios para obtener
respuestas sencillas y oportunas. Existen diferentes formas de meditación, ya
que en esencia ayuda a despejar la mente
de los diversos pensamientos que pueden llegar a ser distractores de tu atención.
Para
esto, se calcula que una persona normal dispone de unos sesenta mil
pensamientos distintos al día, lo que se vuelve un problema porque al día
siguiente dispone de los mismos pensamientos y así mismo al día siguiente,
ocasionando distractores mentales y la misma conversación interior de todos los
días. Aprender a estar en silencio y a meditar, implica descubrir la forma de
aprovechar espacios entre nuestros pensamientos, para disfrutar de la sensación
de paz total.
La
meditación se puede practicar a solas
en un entorno silencioso si procuras cerrar tus ojos y concentras tu atención
en tu respiración: inhalando y exhalando,
inhalando y exhalando y a medida que los pensamientos entran en tu mente,
los dejas marchar con delicadeza y vuelves a concentrarte nuevamente en la
respiración. Si logras hacer esto, es posible que con el tiempo puedas aprender
a estar concentrado en la respiración, mientras eliminas tranquilamente
cualquier pensamiento que te aparte de ella. Te darás cuenta que la meditación no es fácil, porque la mente
se llena de pensamientos en el momento que tu intención consiste en mantenerla
quieta. Algunos minutos diarios, te
rendirán grandes beneficios con el tiempo, para ir dominando esta disciplina.
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