En
verdad me desilusionó enterarme que el promedio de libros que se lee en nuestro
país es de 2.9 en un año y representa el nivel más bajo de l08 países, lo que
demuestra el poco interés por la lectura, tomando en cuenta que los libros son
tan esenciales como la respiración, en ocasiones te ayudan a sobrellevar los
momentos poco gratos o tristes. Hay muchos recuerdos en sus lecturas, sobre
todo al redescubrir los viejos libros que fueron nuestros favoritos cuando fuimos
pequeños y buscábamos los clásicos de nuestra edad donde podíamos perdernos en
su lectura.
Los
buenos libros que nos producen momentos gratos y nos proporcionan estímulo,
consuelo, alegría, risa y son nuestros compañeros en algún momento de la vida, y
no podemos hacerlos aparecer en algún instante, aunque desearíamos que fuera
así por arte de magia. Dado que la elección de lo que leemos puede ser
importante para nuestro regocijo y nuestro esparcimiento, necesitamos nutrir el
talento suficiente para seleccionar aquellos que nos place leer.
Hojear
libros es un arte meditativo que debemos realizar al visitar librerías y
encontrar verdaderos bibliófilos que son conocedores de buenas lecturas y nos
pueden ayudar a conseguir lo que es de nuestra predilección. Eso es lo que
puedes encontrar en una civilizada biblioteca que te presenta una variedad de
libros de ocasión.
Tenemos
buenas razones para sentirnos complacidos por buenas librerías que ya no son
tan raras como en otros tiempos, el arte de la lectura está volviendo a
florecer ya sea en libros en papel; o bien, en lectores electrónicos que han
proliferado tanto y se empiezan a poner de moda, aunque también abundan las
bibliotecas y muchas veces hay que hacer una labor detectivesca para encontrar
una buena librería de ocasión.
En
México disponemos de varias librerías que por su mercancía las conocemos como “librerías de viejo” que en ocasiones
están sumidas en el desorden y los libros aparecen vagamente clasificados por
temas de cualquier manera y se debe a que frecuentemente están recibiendo
volúmenes que formaron parte de bibliotecas particulares que frecuentemente
están adquiriendo los libreros, y pasan a formar parte del acervo de los “buscadores de libros usados”. Vale la
pena entrar en ellas nunca sabes lo que puedes encontrar y debes estar
dispuesto a recibir en abundancia.
Virginia
Wolf (1882-1941) ensayista y novelista, consideró un “agasajo perfecto” incluir la visita a una tienda de libros de
segunda mano; por lo que si tienes oportunidad de hacer una visita a alguna que
conozcas, vale la pena que lo anotes en tu lista de prioridades personales,
puedes encontrar alguna joya de mucho valor cuando encuentres alguna lectura de
tu niñez y te haga vivir momentos de gratos recuerdos que difícilmente puedas
encontrar en la literatura actual que se adapta a nuevas épocas.
Las
mejores librerías disponen de exhibidores enteros dedicados a temas como son:
arte, clásicos, novela, historia social, oficios, narrativa, clásicos,
misterio, superación y libros de inspiración. Los libros están clasificados y
llevan sobrecubierta original. En esos lugares es donde se encuentran
verdaderos tesoros, los libros perdidos entre principios de siglo y 1950,
siendo los fantasmas de todo lo que en otro tiempo fue alegre y natural.
Uno
de los momentos gratos del día y aun permanezco consciente es cuando el
cansancio se convierte en algo irresistible y me dirijo a la cama a dormir,
dispongo de un buen libro para leer un rato terminado el día. En ocasiones
cuando estoy leyendo y se me cierran los párpados, siento que el libro se me
desliza por las manos y con ello me doy cuenta que es inaplazable la hora de
dormir y dejando el libro a un lado y en ocasiones sueño con los personajes de
novela que momentáneamente ocupan mi mente.
El
mundo del libro no solo llega a ser más real que el mundo de las sombras que
hay más allá de la luz de la lámpara y del tic tac del reloj, que nos conduce a
la vía de escape que nos guía a las profundidades del sueño, donde ese
misterioso narrador del subconsciente nos permite vivir en medio del profundo
mundo de los sueños, hasta las primeras horas del día siguiente, donde llega un
dulce despertar que me produce un grato despertar para iniciar con mucha
energía el día siguiente… “a esto nos
conduce el maravilloso mundo de los libros.
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