martes, 12 de noviembre de 2013

BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD.


GENTE FELIZ.
En últimas fechas me he dado cuenta que ya anuncian en radio y en televisión escuelas y universidades de la felicidad, tanto acá en la ciudad de México, como en Monterrey, lo cual me ha llamado la atención, al saber que existen métodos adecuados para buscar la felicidad; además en radio han surgido  clubs donde se imparten cursos y dan conferencias de esta especialidad. Lo que no se aun, es saber si opera con resultados ciertos o se refieren a la impartición de cursos completos como los textos que encontramos en librerías reconocidas.

Con este antecedente, me puse a investigar el tema hasta localizar algunas notas en mis archivos, que desde 1890 el filósofo, psicólogo y pionero espiritual Wiliam James, armó una confusión en aquellas fechas, con la publicación de su obra sobre la felicidad humana “Principios de psicología” que consta de dos volúmenes y que duró varios años en su investigación hasta su publicación. Lo que causó inquietud es que esta obra hizo su aparición, donde ninguna otra había llegado nunca, investigando las conexiones con la mente y el cuerpo, el impacto de las emociones sobre la importancia de alimentar una vida interior en vez de buscar la felicidad en los signos externos para lograr una vida mejor, esta publicación le asignó a su autor como “el padre del movimiento de autoayuda”.

Dentro de su teoría menciona que depende de nuestra habilidad interior para determinar que veamos el Universo como algo amistoso o como hostil porque consideró que se debe estar dispuesto a aceptarlo tal como es, pues la aceptación de lo sucedido es el primer paso para superar las consecuencias de cualquier infortunio. El autor consideró que la felicidad depende de un sentido práctico: si tu realidad cumple tus expectativas, eres feliz; de lo contrario puedes estar deprimido.

Así considera esta opinión en su teoría de filosofía y psicología, considerando que debemos seguir una elección creativa si queremos ser felices y prósperos, operamos conscientemente para obtener mayores logros o disminuimos nuestras expectativas, vivimos con lo que tenemos y aprendemos a sentirnos satisfechos en ese medio de vida.

Según he podido observar en varios casos ser feliz no siempre es fácil, podemos considerarlo como una meta propuesta o un reto, y en ocasiones debemos ser disciplinados y tenaces de acuerdo a nuestras capacidades. Si disponemos de madurez suficiente, es señal de que somos responsables de nuestra felicidad, por lo que optamos mejor  por lo que tenemos, en vez de hacer una fijación de nuestras carencias. Es más, la felicidad y prosperidad, o falta de ella, se origina en nuestro pensamiento; tu mente y tu sistema de creencias, te sostienen en la posición en que te encuentras ahora, y tu mente será próspera o pobre, dependiendo de tu estado de ánimo y de tus pensamientos. Lo que piensas es lo que recibes porque si te haces a la idea de pobreza, serás pobre y si te haces a la idea de prosperidad, serás próspero … -tú decides-.

Con este pensamiento, existen grupos de personas que disponiendo de una vida suficiente para cubrir sus necesidades, son muy felices, porque enfocan su manera de pensar en lo que tienen. De ahí aplicamos el proverbio de que ven su vaso medio lleno y son más felices que aquellos que lo ven medio vacío. Tu actitud hacia la vida es lo único que determina tu felicidad, por lo que para ser felices no se debe a factores externos como es el caso de más dinero, de una casa más grande, un cargo sobresaliente en una gran empresa, simplemente lo que debes de hacer es cambiar de actitud, la fuente de la satisfacción debe surgir de la propia mente lo cual se puede hacer con un poco de conocimiento de la naturaleza humana como para buscar la felicidad. De no hacerlo así, harás esfuerzos inútiles, ya que multiplicarás tu aflicción que intentas eliminar.

Lo que determina tus sentimientos sobre los sucesos que ocurren en tu  vida, no son en sí los sucesos, sino el significado que tú le estarás dando a esos acontecimientos, por lo que tus pensamientos son los que te hacen sentirte feliz o no; no son tus circunstancias. Puedes controlar tus pensamientos y por lo tanto: controlarás tu felicidad, ya que todo comienza con la actitud que tomes ante la vida.

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