Muchas
personas buscan su libertad personal en sus grupos familiares y entre sus
amigos, donde luchan que se les respete como personas y se niegan en aceptar
que otras personas o grupos les hagan indicaciones de la forma en que deben
manejar su vida y en ocasiones lo consiguen; pero como una ironía de la vida en
sus relaciones profesionales llegan a esclavizarse en las instituciones o
empresas que les retribuyen sus servicios, donde no tienen voz ni voto en lo
que se refiere a dirigir sus vidas personales, ya que no disponen de energías
ni tiempo en otra cosa que no sea la atención que brindan a sus compromisos
laborales.
Es
necesario considerar que todas las instituciones, organizaciones, escuelas y
empresas fijan sus condiciones y siempre piden más de lo que contratan, sobre
todo cuando las ofertas de empleos no son tan frecuentes o prósperas y conceden
más importancia a sus tareas propias que a la felicidad propia de su personal.
Es importante mencionar que lealtad
no significa privacidad, porque uno
puede ser fiel a la firma y consagrarse a la atención de sus obligaciones con
honradez y honestidad, sin que eso indique esclavizarse en sus funciones,
tomando en cuenta que la lealtad ante
todo se la debe dar la propia persona y no es aplicable cuando se les otorga
menor importancia.
Las
instituciones han sido creadas para servir al hombre y no a la inversa, ya que
en el mundo real las grandes empresas sin la fuerza laboral no son nada. Son
consideradas como un conjunto de maquinaria que sin uso están destinadas al
óxido, instalaciones que en el abandono no son nada, con material inútil
echándose a perder. El personal es el encargado de hacer que todo funcione en
forma organizada, intervienen para que se cumplan todos sus compromisos y por
lo mismo, debe retribuirles en la mejora de la calidad de vida del personal que
interviene en su funcionamiento.
Para
lograrlo, se crean sistemas de premios y recompensas para asegurarse de que su
personal cumpla debidamente con su cometido, para cumplir las metas fijadas por
la empresa y cuyos resultados le servirán para calificar los ascensos y
promociones de sus empleados, de acuerdo a sus propias capacidades.
Lo
que con frecuencia ocurre en una cultura globalizadora, donde los ejecutivos de primer nivel, se dejan
arrastrar al terreno de la competencia, ejerciendo graves presiones en su
responsabilidad, obligándose a cumplir turnos sin horarios, abrumados por la
tensión y con resultados perniciosos de manera destructiva que le afecte
directamente a su vida personal. Además, tienen el inconveniente de disponer de
poco tiempo para atender sus asuntos personales y escasa atención a sus
familiares, siendo fáciles presa de aficionarse al alcohol, al tabaco y
utilizar pastillas o insomnes que les permita permanecer activos en sus labores
normales. (En México cada cuarenta minutos muere una persona por consumo de
alcohol y en promedio la mortandad es de 13,164 casos anuales, el 65% de
población son alcohólicos habituales).
La
forma en que empleas tu lealtad corresponde a tu propia voluntad, puedes convertir
en cosas importantes tu propia vida como es el hecho de alcanzar la felicidad y
atender las responsabilidades de convivir más tiempo y amar a los miembros de
tu familia. Puedes iniciar tu labor, haciendo que tu vida funcione al concepto de
lealtad a ti mismo. Es posible que así puedas conseguir mejores resultados en
tu vida laboral y obtener un trato más agradable con todo el personal en tu
área. Puedes convertirte en el ejecutivo de tu propia vida, proyectando la
distribución del tiempo a tu manera, debiendo lealtad a tus instituciones, pero
sin descuidar el camino que afecte la atención de tu salud, y lo que es más
importante sentir la satisfacción de ser feliz en tu hogar y en tu centro de
trabajo.
Pero
si necesitas solo el reconocimiento de la empresa con el objeto de satisfacer tu ego persiguiendo los
aplausos de los demás a tu labor sin darle importancia a lo que se produce en
tu interior, estarás consiguiendo predicciones de inseguridad y baja
autovaloración; equivale a que tus méritos como ser humano dependerá que hagas
tus labores a la perfección para superar todo el personal y te encuentres
siempre en la cumbre; ¿que pasará cuando
cesen esas aclamaciones y dejes de permanecer en la cima? No tendrás
motivos suficientes para considerarte valioso; y tu torre de crecimiento se
derrumbará en poco tiempo por la competencia existente entre todo el personal
de la empresa.