Esto
sin considerar aquellos casos en que las personas no aceptan la edad y sin
hacer caso de las barreras de la edad, continúan su vida normal y se valen de
todos los métodos en vigor para “conservarse jóvenes”, es decir no aceptan la
vejez y utilizan tinturas y colorantes para ayudarse en su aspecto de galanura,
manejando un porte con elegancia luchando en forma permanente para continuar
sus rutinas en su apariencia exterior, olvidando un aspecto importante como lo
es el desarrollo de su vida interior.
En
este rango es natural, la gente no se puede acostumbrar al cambio y menos aún
si en algo se observa el inicio de otra época. Como en todas las etapas de la
vida, nunca se conoce el paso de la niñez a la pubertad, ni a la juventud, ni
el cambio a la madurez y menos a la vejez que ahora se conoce como la tercera
edad, ya que no reconoce rango, sexo, condición, estado de salud, simplemente
llega sin anunciarse y se establece en la persona, aunque no sea bien recibida.
Si acaso hace un llamado con algunos síntomas de vejez, que la gente no le hace
caso, sigue insistiendo con otras llamadas de atención y surge una pregunta
-¿Quién es?-, contestando
¡la vejez!,
¡NO ES POSIBLE!
y continua llamando y no encuentra respuesta; hasta que por fin se establece y la persona se da cuenta de…que ya es demasiado tarde. La vejez no puede esperar. Por fin ha llegado.
Lo que fue vejez hace cien años, ha cambiado mucho a la fecha; la ciencia ha avanzado considerablemente, la gente vivía su madurez a los treinta y cinco años y los ancianos llegaban muy deteriorados de salud a los cincuenta años y en muy pocos casos rebasaban los sesenta. Hoy en día normalmente, las personas que han cumplido setenta años, todavía no saben los que lo que es esa vejez, porque pertenece al pasado y porque el estado de salud actual, es muy diferente a la de sus antepasados.
La
tercera edad en estos años, se encuentra en sus primeras fases, de ahí partimos
para darnos cuenta que estamos dejando atrás la edad madura, e iniciamos con el
ingreso a la tercera edad, o sea una nueva estación de nuestra vida. Y aquí
surge una interrogante “¿A qué edad nos
volvemos viejos?
Wow! Ahora si me dejaste tarea para el fin de semana. Gracias!
ResponderEliminarDaniel:
ResponderEliminarPara quienes como tú aman la vida pues concluyen que los años, los muchos años son una invaluable experiencia, de constante aprendizaje y crecimiento, FELICIDADES.
Es un enorme gusto haber sido testigos de esa gran disciplina que ha sido tu regla de oro a lo largo de esta azarosa y no siempre fácil travesía de la vida. Llegar a los 80 tan pleno de ánimo y vigor indudablemente no es tarea fácil y definitivamente algunas veces imposible si no se establece un previo programa de salud mental, física y emocional que obviamente redundarán en optimismo, positivismo, buena voluntad, buena disposición, disciplina, constancia, etc., sin soslayar lo que encabeza esta lista de herramientas: La fe, piedra angular e invaluable acicate en el transitar de la vida. Fe en Dios y en ti, esa fe que te da la convicción absoluta de sentirte capaz de realizar todo proyecto de vida, no importando los innumerables obstáculos que esta represente.
Aplaudo la gran satisfacción y bienestar que sientes en esta etapa de tu vida, y espero que sean muchos más los años que disfrutes de ella.
Con cariño Ana María Dominguez
Muchas gracias por tus comentarios, es un estímulo valioso viniendo de tí. Son vivencias que se han ido recogiendo logrando una buena cosecha; ahora compartir un poco para los tres o cuatro lectores que quieran seguirme. No hacerlo sería equivalente a una biblioteca cerrada y sin ningún beneficio.
EliminarFelicidades tio, eres grande y esa palabra no tiene nada que ver con los dos digitos que cuentan tus años en esta tierra, dicha, felicidad y salud para ti.
ResponderEliminarCon cariño
Luisito Aviña
"que por cierto ya llevo mas de una decada en esa preparación. De formación"
Muchas gracias y no propiamente por lo grande. Se dice que la grandeza se mide de la cabeza al cielo y los años al revés. Qué bueno que ya diste los diez primeros pasos, ahora a seguir adelante y no voltear al pasado.
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