Panteón de Mixquic. |
Recuerdo
que desde pequeño vi en casa los preparativos que se hacían en estas fechas
para la preparación del día de muertos el 1° y 2 de noviembre, con la ofrenda a
los difuntos, los espejos de casa se cubrían con lienzos morados, los mayores
se vestían de luto y tal vez otros rituales que a mi se me han olvidado, todo
ello acerca de las festividades mexicanas en torno a la muerte.
Presenciar
las festividades mexicanas del día de Muertos en distintos puntos del país, ha
sido motivo de grandes artistas del mundo se vean motivados a visitarnos en
estas fechas aunque sea por una sola vez, y eso ha dado pauta a diferentes
páginas mexicanas del día de Muertos cuyas celebraciones son famosas en
diferentes ciudades y pueblos.
Hemos
visto obras de literatura universal como: “Bajo
el Volcán” de Malcom Lowry, “La
Serpiente Emplumada” de D. H. Lawrence y se han filmado películas como: “Spectre” donde se vio a James Bond
luchar por abrirse paso en un desfile de Calaveras en la Ciudad de México, la
cinta animada “Coco” como una
presentación del día de Muertos y sus tradiciones, “Macario” filmada en 1960 con mucha expresividad y mensaje.
El
día de Muertos en México fue reconocido por la Unesco y declarado Patrimonio
Cultural Intangible de la Humanidad en 2003 y en 2013 se refrendó. Esta fiesta
tiene su origen desde la época prehispánica, después continuó en la época de la
Colonia y el México Independiente y finalmente sigue reconociéndose con su
rostro turístico. En ocasiones se identifican las tres fases en el mismo lugar
y luego se traslada a otro lado,
Entre
los lugares más arraigados están: Mixquic, Pátzcuaro, Oaxaca y San Juan Chamula
entre muchos otros, cuya raíz se identifica hasta tres mil años antes de
Cristo. Actualmente las celebraciones se reconocen en: San Miguel Allende, la
Ciudad de México, Aguas Calientes, Veracruz, Chignahuapan, Oaxaca, Mérida,
Teotihuacán (Estado de México), Pomuch (Campeche), Xalapa (Veracruz) y algunas
otras poblaciones.
Para
la cultura Prehispánica se consideraba que la muerte no es el final de la vida,
sino que después se pasaba a otro plano y su celebración se celebraba el día 1°
a los niños difuntos y el día 2 a los adultos. Es la razón por lo que sus
familiares les preparan la “ofrenda” tradicional con los elementos tradicionales
como: los platillos favoritos en vida de sus muertos, la sal, el agua, los
dulces y hasta sus bebidas preferidas acompañadas de adornos como flores de
cempasúchil, papel picado, pan preferido y otros complementos que puedan
satisfacer sus preferencias.
Acá
en la Ciudad de México y en el Zócalo se instala la ofrenda temática y se localiza
la participación de actos culturales y artísticos y es común ver los
tradicionales puestos de comida, diferentes clases de bebidas, artesanía,
libros y los puestos con tradicionales atuendos que dan pauta a la celebración
de la fiesta.
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