jueves, 1 de noviembre de 2018

DÍA DE LUZ A LOS MUERTOS EN MÉXICO.

Panteón de Mixquic.

Recuerdo que desde pequeño vi en casa los preparativos que se hacían en estas fechas para la preparación del día de muertos el 1° y 2 de noviembre, con la ofrenda a los difuntos, los espejos de casa se cubrían con lienzos morados, los mayores se vestían de luto y tal vez otros rituales que a mi se me han olvidado, todo ello acerca de las festividades mexicanas en torno a la muerte.

Presenciar las festividades mexicanas del día de Muertos en distintos puntos del país, ha sido motivo de grandes artistas del mundo se vean motivados a visitarnos en estas fechas aunque sea por una sola vez, y eso ha dado pauta a diferentes páginas mexicanas del día de Muertos cuyas celebraciones son famosas en diferentes ciudades y pueblos.

Hemos visto obras de literatura universal como: “Bajo el Volcán” de Malcom Lowry, “La Serpiente Emplumada” de D. H. Lawrence y se han filmado películas como: “Spectre” donde se vio a James Bond luchar por abrirse paso en un desfile de Calaveras en la Ciudad de México, la cinta animada “Coco” como una presentación del día de Muertos y sus tradiciones, “Macario” filmada en 1960 con mucha expresividad y mensaje.

El día de Muertos en México fue reconocido por la Unesco y declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad en 2003 y en 2013 se refrendó. Esta fiesta tiene su origen desde la época prehispánica, después continuó en la época de la Colonia y el México Independiente y finalmente sigue reconociéndose con su rostro turístico. En ocasiones se identifican las tres fases en el mismo lugar y luego se traslada a otro lado,

Entre los lugares más arraigados están: Mixquic, Pátzcuaro, Oaxaca y San Juan Chamula entre muchos otros, cuya raíz se identifica hasta tres mil años antes de Cristo. Actualmente las celebraciones se reconocen en: San Miguel Allende, la Ciudad de México, Aguas Calientes, Veracruz, Chignahuapan, Oaxaca, Mérida, Teotihuacán (Estado de México), Pomuch (Campeche), Xalapa (Veracruz) y algunas otras poblaciones.

Para la cultura Prehispánica se consideraba que la muerte no es el final de la vida, sino que después se pasaba a otro plano y su celebración se celebraba el día 1° a los niños difuntos y el día 2 a los adultos. Es la razón por lo que sus familiares les preparan la “ofrenda” tradicional con los elementos tradicionales como: los platillos favoritos en vida de sus muertos, la sal, el agua, los dulces y hasta sus bebidas preferidas acompañadas de adornos como flores de cempasúchil, papel picado, pan preferido y otros complementos que puedan satisfacer sus preferencias.

Acá en la Ciudad de México y en el Zócalo se instala la ofrenda temática y se localiza la participación de actos culturales y artísticos y es común ver los tradicionales puestos de comida, diferentes clases de bebidas, artesanía, libros y los puestos con tradicionales atuendos que dan pauta a la celebración de la fiesta.

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