Los tiempos actuales jamás hubieran sido los mejores para vivir pero si consideramos todos los avances tecnológicos y científicos que ha habido en estas últimas fechas, debemos considerar que estamos viviendo tiempos mejores, a pesar de todas las opiniones negativas que con frecuencia escuchamos de la mayoría de la gente de otras generaciones anteriores.
En comparación con hace cincuenta años, el ser humano gana mejores remuneraciones, ingiere mejores alimentos, se reproducen mejor las generaciones de seres humanos y tiene una mejor esperanza de vida. De hecho es difícil encontrar una esperanza de vida que esté peor ahora, que el siglo anterior, a pesar de que la población mundial ha aumentado considerablemente.
Los habitantes de las ciudades ocupan menos espacios, consumen menos energía y tienen menos impacto en los ecosistemas naturales que la gente del campo. Las ciudades del mundo hoy albergan a más de la mitad de la población humana pero ocupan menos superficie terrestre. Lo mejor que podemos hacer por el planeta es construir más rascacielos.
Si tú no naciste en el seno de una familia amorosa puedes formar una familia propia con parientes y amigos los vínculos de sangre son irrelevantes, siempre y cuando trates a tu familia como tal. Dar y aceptar amor debe ser una calle de dos vías. Debes ser una persona en quien los demás puedan confiar. Los estudios muestran que las personas más felices tienden a pensar en otras, no solo en sí mismas.
Las amistades pueden ser especialmente satisfactorias para las personas cuyos intereses pueden ser radicalmente distintos de los de las familias. Uno no puede escoger a sus parientes pero sí a sus amigos, a fin de crear una comunidad de apoyo de personas con ideas afines y pasiones similares. Parece que estamos programados para sentirnos más relajados y felices teniendo alrededor gente solidaria.
Los amigos es la familia que tú escogiste
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