Mucha gente pasa por la vida sin encontrar satisfacción alguna en el simple hecho de estar con vida. Sin embargo, el tiempo que nos dure la vida es el único de que disponemos por lo que debemos aprovecharlo al máximo. Por supuesto pocos son los que así lo hacen.
Nos conducimos como si ese tiempo fuese solo un ensayo de otro por venir. Los desperdicia todos, tampoco piensa en términos de su vida entera. Se mueve en la zona de horas o días. Así, emprende un nuevo comienzo cada semana y gasta de esa manera una porción de su tiempo, por completo ajena a las metas de su vida al azar, sin llegar a ninguna parte.
Anotemos todo lo que se nos ocurra incluso nuestras aspiraciones en lo tocante a dinero, a nuestra carrera, a la salud corporal, a la familia, a la sociedad en que vivimos, así como a nuestras metas espirituales y personales, tratemos de llenar una página.
Descubrimos ya que tenemos un programa de acción en esa lista que debemos elaborar cada mes, para elaborar un programa de trabajo. Esa se hará cada mes, para sostener una espiral de mejoramiento en continua evolución.
Hay que hacer distinciones de tiempo que ocupamos con el trabajo, tomando en cuenta en el que corresponde a otro personal y el que realizamos nosotros. Si lo hacemos bien debe sobrarnos tiempo para aplicarnos a lo que nos interesa en lo personal.
Se necesita una organización eficiente para concentrarnos en realizarlo bien y rápido para poder disponer de tiempo suficiente para nosotros mismos. Estos planes de trabajo deben ser muy precisos para realizar un programa completo y para ello es mejor trazar planes y programas eficiente.
Esta será una forma donde tengamos la posibilidad de realizar un trabajo completo con la seguridad de ser dueños de nuestro propio tiempo para atender nuestras necesidades personales, fuera del área de empleo.
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