miércoles, 28 de julio de 2021

PARA SER DUEÑOS DE NUESTRO TIEMPO.


Mucha gente pasa por la vida sin encontrar satisfacción alguna en el simple hecho de estar con vida. Sin embargo, el tiempo que nos dure la vida es el único de que disponemos por lo que debemos aprovecharlo al máximo. Por supuesto pocos son los que así lo hacen.

Nos conducimos como si ese tiempo fuese solo un ensayo de otro por venir. Los desperdicia todos, tampoco piensa en términos de su vida entera. Se mueve en la zona de horas o días. Así, emprende un nuevo comienzo cada semana y gasta de esa manera una porción de su tiempo, por completo ajena a las metas de su vida al azar, sin llegar a ninguna parte.

Anotemos todo lo que se nos ocurra incluso nuestras aspiraciones en lo tocante a dinero, a nuestra carrera, a la salud corporal, a la familia, a la sociedad en que vivimos, así como a nuestras metas espirituales y personales, tratemos de llenar una página.

Descubrimos ya que tenemos un programa de acción en esa lista que debemos elaborar cada mes, para elaborar un programa de trabajo. Esa se hará cada mes, para sostener una espiral de mejoramiento en continua evolución.

Hay que hacer distinciones de tiempo que ocupamos con el trabajo, tomando en cuenta en el que corresponde a otro personal y el que realizamos nosotros. Si lo hacemos bien debe sobrarnos tiempo para aplicarnos a lo que nos interesa en lo personal.

Se necesita una organización eficiente para concentrarnos en realizarlo bien y rápido para poder disponer de tiempo suficiente para nosotros mismos. Estos planes de trabajo deben ser muy precisos para realizar un programa completo y para ello es mejor trazar planes y programas eficiente.

Esta será una forma donde tengamos la posibilidad de realizar un trabajo completo con la seguridad de ser dueños de nuestro propio tiempo para atender nuestras necesidades personales, fuera del área de empleo.

 

 

 


lunes, 19 de julio de 2021

LA DAMA DE LA BIBLIOTECA.

La encargada de la biblioteca era una elegante mujer que desentonaba en el viejo y mal ventilado recinto y cuando una niña de diez años acudió. a solicitar un libro que por su interés, transformó en parte mi mundo de lectura a los diez años de edad y en cuya portada había una ilustración de un carruaje dorado, con destellos en los rayos de las ruedas.

Varios días después cuando me presenté a devolver el libro en préstamo, la encargada de turno era la antítesis del estereotipo de las bibliotecarias, alta y delgada y su cabello de color caoba echado hacia atrás enmarcaba unos pómulos salientes y pálidos.

La mujer tenía ojos verdes y los anteojos apoyados sobre la punta de la aristocrática nariz, saltaba a la vista su distinción y llevaba una lupa de 2.5 centímetros de diámetro con la montura de filigrana colgada al cuello de una cadena de oro trenzado.

La bibliotecaria vestía con sencillez,  y me sugirió otro libro cuyo título se llamó “El Castillo Soñado” del Dr. Dodie Smith, la misma mujer que escribió l01 dálmatas (sonaba a un grupo de niños simplones que jugaban a tomar una fortaleza.

La lectura me enganchó por completo. Nunca le dijo a la dama cuánto significó para ella ese libro que estimuló su sueño de escribir. Actualmente es una famosa escritora reconocida y sus libros han recibido varios premios de calidad por sus diferentes libros escritos.

Recientemente regresó en una Navidad a visitar a su madre a su pueblo de origen y fue invitada a un almuerzo en un pintoresco salón de té en el centro de su ciudad natal. No bien se había tranquilizado y entrado en calor con una taza de café en el Salón de té y alcanzó con la mirada viendo a la bibliotecaria que le cambió la vida.

Habían transcurrido 16 años, pero por un instante el tiempo se detuvo, esa gracia refinada que no se detiene por la edad, me puse de pie de un salto, y mientras me dirigía hacia ella, exclamé: “Usted me recomendó un libro “El Castillo Soñado” ¡Ahora soy escritora! Ese sigue siendo mi libro favorito. Mientras la vi alejarse con el mismo andar que yo recordaba, me pregunté cuántas vidas no cambiamos sin comprender siquiera el alcance de nuestras acciones, lo único que hizo fue “prestarme un libro”.

martes, 13 de julio de 2021

LOS SECRETOS DE LA ABUNDANTE FELICIDAD.

 

Leía alguna vez en un viejo libro la expresión de Horacio: “Recorres el mundo en busca de una felicidad que está siempre al alcance de tu mano” Si preguntamos a la gente que es lo que más desean en la vida, la respuesta más común será:

 “Quiero ser feliz” ¿Por qué son felices tan pocas personas? ¿Por qué la industria de los antidepresivos es una de las más florecientes? ¿Por qué tan pocos seres humanos se consideran a sí mismos felices? ¿No será que hemos estado buscando la felicidad en lugares equivocados?

 Estoy convencido que todos tenemos la capacidad de ser felices. No importa el dinero que tengas o no tengas, no importa el tipo de trabajo, ni el lugar donde vivas. Cualesquiera que sean tus circunstancias presentes, tienes en ti mismo no solo el poder de ser feliz, sino de experimentar  una gran abundancia de felicidad.

 La Abundancia de Felicidad no solo es librarse de la depresión y del dolor, sino que más bien consiste en una sensación de alegría, de contento y de maravillado asombro ante la vida. Esto no significa que sea posible, ni siquiera deseable, vivir en éxtasis continuo.

 Hay momentos en los que nuestras vidas se ven afectadas por tragedias y pérdidas personales y es totalmente natural sentir tristeza, pena y decepción. Pero hay diversas formas de hacer frente a tales experiencias y con mucha frecuencia, los obstáculos y las adversidades de la vida podemos convertirlos en triunfos.

 Y del mismo modo hay personas que teniendo una vida muy modesta son muy felices, pues enfocan su mente en lo que tienen como bienes y recursos materiales. Por eso el que ve su vaso medio lleno, es más feliz que el que lo ve medio vacío.

 Nuestra actitud hacia la vida es lo único que determina nuestra felicidad. Por eso para ser felices no necesitamos más dinero ni una casa más grande ni un mejor trabajo, todo lo que tenemos que hacer es cambiar de actitud. La fuente de la satisfacción debe surgir de la mente, porque si no, malgastará su vida en esfuerzos inútiles.

 

 

miércoles, 7 de julio de 2021

ROPAVEJERO FILÁNTROPO WANG KUAN-YING.

Entre las diferentes notas que recibo, me llamó la atención la historia de un filántropo de  nombre Wang Kuan-ying de 71 años quien en su carretón de tres ruedas, recorre las calles de Taipeh quien ha donado becas escolares a niños pobres y más de 2000 dólares a escuelas y universidades en Formosa. No recibió educación formal hasta los l8 años.

Se mudó a Formosa y una vez jubilado del ejército se convirtió en ropavejero; al principio recorría la ciudad en su carrito y decía: “Mis necesidades son muy sencillas, no gano mucho dinero, algo me sobra, hace unos 20 años decidí emplear aprovechando mis ahorros.

Colgó en su carretón varios letreros invitando a la gente a donar sus desperdicios, los cuales él vendía para ayudar a los estudiantes, a fin de que lleguen a ser en lo futuro ciudadanos de provecho.

 Hoy cerca de 50  empresas en Taipeh, regalan al ropavejero sus desperdicios de papel. “Gran parte de mi propósito consiste en hacer que otras personas comprendan que también ellas pueden ayudar. Dice “Claro está que sigo interesado en ayudar a los estudiantes pobres.

Wang obtiene de 130 a 140 dólares mensuales y gasta por lo menos la mitad en libros.  Como una distinción el alcalde de Taipeh le premió con una copa de plata como reconocimiento por su aportación a la sociedad y a la educación. Wang agrega “Mi trabajo no me daría igual satisfacción, perdería significado si dejara de valerme por mis propias fuerzas.

Hace poco abandonó su acostumbrado método filantrópico al aceptar ayuda económica para convertir en realidad el plan ansiosamente acariciado, de fundar en su vecindad una biblioteca para estudiantes de enseñanza media y universitaria.

El Club de Leones por ejemplo aportó una cantidad considerable. El Gobierno de su País, le proporcionó sin costo un salón de una Unidad Habitacional y en ese lugar inauguró su Biblioteca en el mes de enero de 1977. El ropavejero sonrió y repuso: “Si no goza uno de paz interior, así viva en una Mansión lujosa y coma los más exquisitos manjares, no podrá tener salud. La caridad alimenta al corazón y cuando el corazón es feliz, la salud viene como consecuencia natural”.