La
lectura es una de las cualidades que se debe inculcar a los niños desde
pequeños, lo que les ayudará a sobresalir en la escuela, en sus actividades
escolares y en la vida. La lectura debe ser un hábito en edad escolar, en su
crecimiento y en su madurez.
Siempre tendrán la ventaja de seleccionar
libros y material didáctico que les agrade leer y mayor información que les
ayudará a su desarrollo personal en todo momento, así como elegir libros y
lecturas que por necesidades de su actividad, les permitirá avanzar con paso
firme en su futuro.
Los niños son buenos lectores si se
les induce desde pequeños y eso les ayuda a mejorar sus calificaciones en pruebas
de aprovechamiento en todos los grados y materias, incluyendo materias difíciles
como pueden ser matemáticas o química que resulta complicada, pero que son
disciplinas obligatorias en diversos niveles escolares y sirven para toda la
vida.
La atención a los buenos lectores
empieza desde muy temprana edad, dedicando espacios de tiempo para leerles o
enseñarles canciones a los pequeños desde tierna edad para para motivarles su
curiosidad para ampliar su vocabulario facilitando con ello su comprensión temprana.
Los niños desde muy pequeños son
ampliamente perceptivos al lenguaje, ya que comienzan a conocer los sonidos,
haciéndolos conscientes de los sonidos que forman las palabras y cuando se
inicia en la enseñanza del alfabeto, comienzan a distinguir los sonidos que
forman las palabras.
La lectura de cuentos infantiles,
así como las canciones les hace muy perceptivos del lenguaje con la ayuda de
discos y grabaciones especializadas que inician el conocimiento de palabras
nuevas si con ello se les introduce en aventuras infantiles con ayuda de
diversas
Todo lo anterior lleva a que los niños
aprendan el alfabeto y toman conciencia de los sonidos que forman las palabas.
Una habilidad especial para la lectura delante de sus padres y a escucharles a ellos
también a leer.
Cuéntele a los niños historias
sobre el pasado y futuro. Son esenciales
para que los niños perfeccionen sus habilidades lingüísticas y expresen
verbalmente sus ideas. Lea con el niño
libros de diversos temas de información amena y novedosa. Practicar la lectura
en voz alta delante de sus padres y escucharles a ellos también a leer. Los
buenos lectores poseen un vocabulario amplio
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