Hacia el centro de la Ciudad en
el Palacio de Bellas Artes la ausencia es sutil pero manifiesta. El museo como
cada lunes está cerrado lo inusual es que suelen brindar información a los
visitantes desde dos aparadores en el vestíbulo.
En la sucursal de Educal del lado derecho al fondo dos trabajadores se
desenvuelven como si fuera un día cualquiera, una empleada de limpieza, cuya empresa
no le permitió faltar, y una auxiliar de la librerìa, quien decididamente asistió
con normalidad a su jornada laboral.
Expuso: “ Yo creo que cada quien toma su propia decisión y yo de plano
estaba decidida a venir a trabajar. Más vale cumplir porque también eso es ejemplo
para los hijos. ¿Uno como puede decirles: Debes de ser cumplido si una misma no
está poniendo ese ejemplo?” expresa Consuelo Sànchez.
En el Museo del Estanquillo uno de los pocos recintos culturales del Centro
(de la Ciudad) cuyas puertas no cierran el lunes, se observa a algunas de las
mujeres que no atendieron el llamado a sumarse al paro.
Y unas cuadras adelante en el mero corazón de la Capital, la Casa de la
Primera Imprenta de Amèrica es habitada apenas por un vigilante y el supervisor
del espacio. Las 5 mujeres que suelen desempeñarse en cargos distintos entre
estos muros se han sumado al paro, como la Universidad Autònoma Metropolitana había
anunciado.
En el Centro Cultural del Bosque, el vacío es insoslayable en foros y
oficinas. “Cuando ellas no están, obviamente se siente la ausencia. Tal vez
ahora es un solo día pero si ellas faltaran una semana, creo que la cosa sería complicada” estima Raùl Medina, Jefe de prensa del Coordinación
Nacional de Teatro (CNT), con sede en el complejo cultural, detrás del
Auditorio Nacional.
“Aquì siempre está lleno de jóvenes, se oye música, está todo muy vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario