LUPITA PALACIOS. |
Con frecuencia leemos todos los días en los medios de
información, la “nota roja” de noticias sobre robos, asesinatos, de política y
temas de poco interés, la gente ya presta poca atención a los periódicos, al
radio y a la televisión y pocas veces se puede leer alguna nota positiva que
deje algún mensaje al público.
Ahora me llamó la atención una información sobre Lupita
Palacios, la mexicana que aprendió a leer a los 96 años y que quiere seguir
estudiando y en un cuaderno que utiliza en su casa de Tuxtla Gutiérrez,
confiesa que lo hace “para seguir conociendo” la ley de la vida. Sigue diciendo
que “nunca es tarde para aprender” y a sus 96 años decidió recuperar el tiempo
perdido y retomó sus estudios para seguir aprendiendo a leer y a escribir y
gracias a ese esfuerzo, obtuvo titulación de instrucción secundaria que muestra
con orgullo.
Ella es la mayor de una familia de cinco hermanos y dice
que no pudo asistir a la escuela con regularidad durante su niñez porque sus
padres siempre creyeron que ir a la escuela era una pérdida de tiempo y mejor
la utilizaron para realizar labores domésticas para ayudar en casa ya que su
vida la desarrolló trabajando de sirvienta.
Lupita utiliza para la lectura unas gafas encima de otras
y escribe con ciertos inconvenientes por motivo de su edad; ella sigue tomando
apuntes en su libreta escolar y en esas condiciones termino sus estudios de
instrucción secundaria que siempre muestra con orgullo.
Ahora, desea continuar su labor de estudiante para obtener
el siguiente paso que es el bachillerato y para ello continua mejorar sus
conocimientos a base de leer los titulares de periódicos y consultar algunos
libros que le ha facilitado el Instituto Chiapaneco de Educación para jóvenes y
adultos. Esta Organización la ha
motivado mucho para que siga ampliando sus conocimientos y la visitan con
frecuencia para que no abandone sus estudios y para eso le suministran el
material que necesita para su aprendizaje como es la entrega de libros de texto
para sus cursos escolares.
Lupita es un ejemplo a seguir para sus seis hijos, decena
de nietos y biznietos y ahora también para todos los mexicanos que en muchas
ocasiones abandonan sus estudios para continuar llevando una vida más fácil y
placentera.
Debo felicitar a Lupita Palacios por su tenacidad y su
dedicación sin importarle la edad, lucha contra el tiempo para reponer parte
del tiempo perdido y es un ejemplo para nuestra generación de jóvenes, adultos
y adultos mayores que demuestren interés para aprovechar todos los momentos que
nos facilita la vida.
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