En aquellos tiempos había algo agradable de vida según me dio a entender mi Abuelo en su juventud que le tocó vivir, por ejemplo, extraviarse en esta ciudad sin poder recurrir a algún medio de orientación que rápidamente le ayudara en algún momento difícil.
Los medios de transporte fueron suficientes para esas fechas, pero fueron adaptándose a la época actual y cubrieron las necesidades del público en general que resultaron muy cuantiosos en esos días que manejaron la diversión en la Ciudad de México y Estados colindantes.
Algunas ocasiones estamos pensando "Cuando seremos felices sobre todo en tiempos actuales" y vemos esa situación muy lejana. Lo cierto es que cualquier persona puede lograrlo si se propone; "pensar siempre lo positivo, no contar con la suerte, conservar siempre el deseo de aprender, no creer que el pasado fue mejor, ver el mundo con realidad, si no está convencido hacerlo como sí".