miércoles, 31 de marzo de 2021

SEMANA SANTA EN CATEDRAL.

Se nos informa que la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México es el primer centro religioso que se construyó en América y en fechas actuales  sigue dando servicios a la comunidad y es visitada por turistas extranjeros y nacionales para cubrir un centro importante visita en nuestro país.

Si comparamos entre la fachada de la Catedral con la del Sagrario nos damos cuenta de la evolución de los estilos. En pleno barroco, las columnas dóricas y jónicas establecen un orden clásico, ambos edificios muestran la eterna lucha del mexicano entre lo propio y lo ajeno.

En el centro de la fachada se encuentra una puerta mayor custodiada por un para de columnas dóricas. En los espacios están las estatuas de San Pedro y San Pablo, en la parte superior está la Asunción de la Virgen,  y a sus lados vemos a los apóstoles San Andrés y San Mateo.

En el siguiente cuerpo está el Escudo Nacional, arriba del reloj se encuentran las esculturas de las tres virtudes teologales, hechas por Manuel Tolsá, Fe, Esperanza y Caridad. Una Cruz latina es la planta de la Catedral, el altar es obra del castellano Jerónimo de Balbás de estilo barroco,  compuesto por dos cuerpos.

El primero forrado por pilastras, el segundo semicircular, el segundo semicircular, tiene siete medallones con santos en relieve. La pintura que destaca el centro es la Virgen del Perdón de Simón Pereyns.  Tiene dos monumentales órganos y una sillería de madera labrada, obra del artista mexicano Juan de Rojas.

 Cierra el coro una espléndida reja de tumbaga y calain (aleación de oro y cobre el primero) y de oro plata y cobre el segundo, diseñado por el maestro Nicolás Rodríguez. El Altar Mayor el famoso de “Los Reyes” lavado por Balbás representando la obra cumbre de los altares mexicanos.

El retablo contiene imágenes de reyes que fueron santos. Isabel de Hungría, Fernando de Castilla, Isabel de Portugal entre otros. En la parte superior, la imagen de Dios Padre y él preside todo. De las diversas capillas, cabe mencionar a la izquierda del altar, la dedicada a San Felipe de Jesús, primer Santo Mexicano.

 



jueves, 25 de marzo de 2021

 

MIS  OPORTUNAS VACUNAS COVID19.

He tenido oportunidad de aplicarme el tratamiento de las dos vacunas como una prevención que los médicos recomiendan para la atención del Covid19, en base a las indicaciones que fijó la Jefa de Gobierno de la CDMX.

 

Me enteré del programa de actividades y acudí en forma oportuna al centro de vacunación instalado en la Ciudad de los Deportes donde en forma ordenada fui atendido por el personal uniformado con trajes verdes, quienes en forma atenta me dieron las indicaciones a seguir.

 

En primer lugar me formé en las filas de solicitantes de la vacuna que con muchos comentarios favorables o desfavorables sobre la información que ellos tenían, pero la realidad es que nadie sabía de los efectos que podía producir este suceso y todos estábamos al pendiente de las instrucciones del personal del propio centro de vacunación.

 

Nos introdujeron a un local muy grande donde por lo menos había unas ochocientas sillas para diferentes trámites de acuerdo con las necesidades de cada grupo, ocupado previamente  por el personal médico, enfermeras y elementos de la Guardia nacional custodiando unos pequeños botiquines que contenían todas las vacunas a utilizar.

 

Después nos ubicaron en grupos con sillas para ser ocupadas por nosotros los solicitantes de la vacuna, donde fuimos atendidos por las enfermeras asignadas. Después de haber sido vacunados, notamos que había personal de médicos muy atentos para atender cualquier emergencia.

 

Finalmente y después de haber sido atendidos por el personal médico y enfermeras y de haber recibido la vacuna en el brazo izquierdo, esperamos en sillas utilizadas para recuperación, empezamos en forma ordenada a salir por filas conducidos a las puertas correspondientes y cada uno podía retirarse a sus ocupaciones habituales.

 

 

lunes, 15 de marzo de 2021

 

 CAMINOS A LA FELICIDAD.

Todos tenemos la capacidad de sentirnos bien, de vivir contentos sin sentirnos abrumados por las preocupaciones del mundo actual, lleno de tensiones y apremios. Todo lo que hace falta es asumir plenamente la responsabilidad de nuestra propia vida y ocuparnos en la tarea de cuidarnos.

Esto no significa que la existencia deba ser un constante sacrificio, disfrutar plenamente de la vida es la mejor receta que conozco para conservar la salud. Para sentirnos bien hay que conocer a fondo nuestros sentimientos y deseos y prestarles atención. Todos vivimos con prohibiciones que quizá fueron apropiadas en nuestra niñez, pero que ya no son aplicables en la edad adulta.

En otras ocasiones hemos tocado un objeto cualquiera sin sentirlo realmente, o inhalado sin captar ningún aroma, oído sin escuchar, o mirado sin ver; por lo general nuestros sentidos duermen, como si los desconectáramos para evitar que nos distraigan de las tareas en que estamos concentrados.

Es importante no juzgar el valor de las cosas por su precio. En esta época de inflación ni siquiera los millonarios pueden permitirse vivir como tales. Pero no hace falta poseer millones para disfrutar plenamente de la vida. Es importante que las personas gocen de sus posesiones o tesoros.

Hace algunos años adquirí tres botellas del mejor champaña. Su precio era alto para mi presupuesto. Durante cinco años las guardé en espera de la ocasión que ameritara el descorcharlas. Al final alguien me advirtió que la champaña puede echarse a perder si se añeja demasiado. Con ese motivo y sin celebración especial de fecha, mis familiares y yo abrimos las tres botellas y las degustamos.

La vida tiene momentos muy singulares, ocasiones en que la emoción alcanza su cima, más que reprimirla hay que darle libre curso, nada tiene que ver correr en la calle, en lugar de andar a paso normal, o abrazar efusivamente a un amigo con quien hasta ahora hubo solo un trato formal.

Retornemos a la admirable época de la niñez, a la capacidad de reaccionar sin inhibiciones cualquiera que sea el momento y el lugar, lo importante es ¡Vivir la vida!...

jueves, 4 de marzo de 2021

 

SIEMPRE BUSCA MOMENTOS FELICES.

La melancolía y el pesimismo en estos tiempos tan confusos por la pandemia, prevalecen en la mentalidad de la mayoría de nosotros, por esa razón es la idea que he tenido de escribir algunos de mis blogs de momentos felices, sobre todo porque la vida es muy bonita y promover optimismo en el ambiente que nos rodea. Por ello es más saludable propiciar emociones positivas: cariño, satisfacción, alegría. Hay vínculos arraigados entre el corazón y el cerebro.

Un pensamiento positivo puede estimular la producción de neurotransmisores y hormonas benéficas. Por esa razón,  al despertar debes concentrarte unos momentos en un sueño agradable, al iniciar tus actividades olvida todo lo que lleves en la mente, así sea el mal tiempo, el tránsito lento que retrasó tu llegada y comparte con algo positivo. Si un automovilista te cedió el paso, sonríele y salúdalo agitando tu mano.

 No creas que la suerte siempre te acompaña. A veces cuando propones un proyecto, todo parece de maravilla al comienzo, pero no obtienes el resultado que esperas. La explicación es sencilla, a tus interlocutores no les interesa tu idea, pero no quieren disgustarte o perder su tiempo hablando de ello.

 Las cosas no marchan tan bien ni tana mal como creemos, Las personas optimistas saben que nada se puede dar por sentado y que todo hay que ganárselo. A los pesimistas les falta curiosidad, dejan ir las oportunidades de descubrir cosas nuevas y conocer personas.

 A los optimistas en cambio todo les inspira curiosidad que es el pilar del conocimiento. El deseo de aprender es un modo de controlar el ego: esa tentación de creer que ya lo sabemos todo. Adquirir aptitudes incluidas las técnicas aumenta nuestros horizontes y nos hace más felices.

Guarda en tu memoria los pensamientos y sueños positivos y acuérdate de ellos cuando te invada una emoción negativa. Crea una caja de recuerdos y guarda en ella fotos de tus seres queridos y otras cosas que te produzcan sentimientos agradables. Pronto te darás cuenta de que esto te hace bien y que tiene buenos efectos en quienes te rodean.