El sábado 13 de la semana pasada, se llevó a cabo el desayuno familiar con la asistencia de 17 personas que sin invitación se celebró en el lugar acostumbrado y se consiguió establecer el tato cordial de los asistentes, sobre todo de personas radicadas en los Estados Unidos que tenían bastante tiempo de permanecer en el extranjero.
Se logró establecer contacto con miembros de la familia que por su lugar de permanencia, tenían varios años de no asistir a estos eventos y se consiguió la relación cariñosa con la relación cercana y la identificación del trato personal de los asistentes.
Por cada vez que debemos acordarnos, existen igual número de atenciones en que la mejor opción sería olvidar. Un evento familiar de ausencia de trato, deja una impresión de memoria, y el olvido puede resurgir de inmediato en un evento familiar,
Por el contrario, el olvidó en estas reuniones, es desconocido y de poco interés, no nos acordamos porque difícilmente tenemos en mente sus antecedentes y como el trato es por un momento, preferimos un trato abierto temporal y de pocos argumentos.
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