Buscará acercar la cultura maya a los migrantes. No solo el ala Rockefeller se transforma: también Filloy reorienta su trabajo para acercarlo a las comunidades migrantes. "Habitantes de alguna de las lenguas hay mayas hay cerca de tres millones en esta región de Nueva York, y parte con el proyecto con la exposición maya es hacer algunos contenidos en estas lenguas, y quizá traer a los niños de algunas escuelas hacia el Metropolitan.
"Si es un cambio, porque en los últimos años en México había estado trabajando en distintas actividades relacionadas con el estudio de los objetos desde su materialidad, desde su parte tecnológica y en como transmitir al público las respuestas a las preguntas que con frecuencia nos estamos haciendo al respecto hasta dejar dudas aclaradas.
"Porque la investigación" advierte "no tiene sentido si no tenemos cómo hacerla llegar a los públicos y estos pueden ser muy especializados, pero lo que interesa a la generalidad es abrirla a otros campos en forma explícita. Por esa razón el Metropolitan figura como un lugar ideal: la cantidad de visitantes del mundo que recibe este museo es impactante.
Poder presentar el arte precolombino de América a esta gran cantidad de público me parece muy importante. Si de esta información les parece importante sobre la información que se da a conocer a México y a Guatemala o a otros países de Latinoamérica para dar a conocer le cultura de nuestro continente".
Cuatro décadas después transforma sus espacios arquitectónicos, iluminación, discurso curatorial y museografía para propiciar un tránsito más fluido, mayor diálogo entre obras y regiones culturales, así como para enfatizar los contextos, además de mostrar las producciones artísticas como parte de tradiciones de larga duración.
El proyecto de renovación abarca una superficie de casi cuatro mil metros cuadrados y habrá piezas eje del discurso curatorial, por ejemplo una excepcional máscara teotihuacana de piedra verde que funciona como "pivote" del área destinada al período formativo. La exhibición establecerá relaciones a partir de pares, como un relieve maya que contenga un pectoral, una diadema o unas orejeras.
Ornamentos que a pesar de estar representados en la piedra, se reunirán físicamente en una vitrina. Se prevé que algunos materiales dispongan de un espacio propio, como los antiguos textiles, los cuales podrán exhibirse y conservarse mejor debido a las nuevas condiciones del espacio disponible, destaca la mexicana Laura Filloy.