FECHA SAGRADA Y
MEMORABLE.
Cómo no va a ser fecha sagrada y
memorable si en esta semana se está celebrando “el Día de las Madres”, tanto
las presentes como las ausentes. Cada uno de nosotros tiene un historial
diferente relativo a la autora de nuestros días.
En mi caso, mi Madre tiene 27 años
de ausente y parece que fue ayer porque todos los días tengo algún recuerdo
grato que por algún motivo especial influye en mi vida. Habiendo sido el quinto
hijo de una familia numerosa. Había 5 años de diferencia entre mi anterior
hermana y yo, por lo que mi niñez fue de mucha soledad ya que siempre me
acostumbré a estar solo, jugar solo, estudiar solo y así se formó mi carácter.
Mamita, le decían mis hermanos y yo
le decía siempre Amá… por aquello de que era la jefa de la casa. Tenía 94 años
de edad y apenas pasaba el metro y medio y, según sus palabras decía “excepto
por lo de vieja estoy muy bien”, y lo estaba con un intacto sentido del humor.
De niño nunca le dije “Amá, de grande
quiero irme a estudiar a México”, de chico le decía que yo quería ser bombero o
policía; y, uno no se convierte en lo que quiere ser (por fortuna), llegó el
momento le dije que había quemado las naves en “Orizaba, Veracruz y que me tenía
que ir a México.
En mis casi 5 años de carrera
profesional en la Ciudad de México, siempre había regresado a casa a visitarlos
varias veces, pero después de terminar mis estudios me comprometí con algunas
empresas y me impedía regresar a casa familiar. Para mí era un ritual regresar
a casa varias veces al año.
En la Ciudad de México fueron
varios retos a los que tuve que enfrentarme, sin amigos y sin relaciones
suficientes, por lo que fue doble el esfuerzo para conseguir quedarme. Tuve la
oportunidad de que me ofrecieran la Subdirección General en mi Escuela de
Administración, lo que me permitió iniciar la Maestría y Terminar el Doctorado.
Finalmente me ofrecieron irme a colaborar
en la UNAM en Contaduría y Administración, para hacer un estudio de la la reorganización de nuevos cursos, los que me
permitieron relacionarme con profesores que laboraban en la Secretaría de Hacienda
y por invitación de ellos pasé a laborar en la propia Secretaría. Con ese
motivo participé en la reorganización de la Unidad de Auditoría Fiscal, donde
colaboré como Subdirector General.